General Domingo Antonio Sifontes |
A horas de la madrugada, los hombres de la
policía británica dirigidos por el inspector Barnes de Inglaterra, tomaron un
puesto militar desocupado, de nacionalidad venezolana, ubicado en el margen
izquierdo de río, en el cual los hombres de Barnes izaron la bandera inglesa en
tierras venezolanas durante el día.
Ante este hecho, el capitán Andrés Avelino
Domínguez, segundo al mando de Sifontes, fue enviado a recuperar el
asentamiento. Resultado: La retirada de los ingleses y el apresamiento de
Barnes y sus hombres, que fueron llevados a la Comisaría General, lo que
aumentó las tensiones entre ambos países.
Barnes fue interrogado por Sifontes, quien
recibió varias ofertas de los ingleses de abandonar el Cuyuní a cambio de
liberarlos y dejarlo ir de regreso a Berbice a
lo que Sifontes se negó y decidió llevarlo a Ciudad Bolívar.
La dirección de la defensa del
territorio se le atribuye históricamente al General Sifontes por lo que se
volvió un "héroe local" y se nombró en su honor al Municipio Sifontes.
En medio de la disputa fronteriza, Richard
Olney, secretario de Estado del presidente
de Estados Unidos para
la época Grover Cleveland, considerando los
"avances" británicos en tierra venezolana como verdaderas
usurpaciones, justificaba la aplicación de la Doctrina Monroe, por tratarse de la
agresión de una potencia europea contra un país americano, por lo que Estados Unidos llegó a firmar un
tratado de arbitraje en 1897 con Venezuela y el Reino Unido que resultaría en
el Laudo Arbitral de
París.
El Dorado brota de la mente de los indios marrulleros